Es una idea común que la metodología de trabajo freelance solo conlleva libertad de ejecución, elección de proyectos y cumplimiento de fechas cuando en realidad se requiere mucho más para poder mantenerse en este mercado. La clave para dicha supervivencia se encuentra en tratar la actividad como lo haría cualquier empresa, y parte de esto involucra la facturación de los servicios prestados.
¿Por qué? Porque a través de los programas de facturación se ejecuta una buena gestión administrativa que incluso los trabajadores autónomos necesitan. Y si, es mejor utilizar un software de facturación en lugar de un talonario, veamos las razones.
Control de ingresos y cobros
A diferencia del papel, la información digital es fácil de conservar y revisar. Los trabajadores freelance pueden valerse de estas herramientas para conocer cada detalle de sus facturaciones y revisar dichos datos sin sobrecargar el espacio con documentos o registros de operaciones manuales.
Facilidad de adaptación
Todo freelance se caracteriza por su adaptabilidad, y los programas de facturación también cuentan con esta virtud. Así como sus usuarios pueden realizar múltiples funciones y manejar los costos de los diversos servicios que realizan, los sistemas de facturación permiten utilizar o crear estos documentos según lo requiera el servicio de forma rápida.
Cada proceso puede contar con su modelo de factura preestablecido y se elimina el desperdicio de tiempo en búsqueda o rectificación que otros métodos conllevan.
Control de gastos
Esta es una de las mayores ventajas, pues el tener presente los ingresos, cobros y montos pendientes permite también conocer con precisión el estado financiero y la responsabilidad tributaria acumulada. La información sobre la liquidez de la empresa, los fondos para afrontar situaciones adversas y obligaciones tributarias siempre estarán actualizados.
Fiabilidad y seguridad
El contar con un método de control como este permite a otros ver la seriedad con que se maneja la actividad de quien presta un servicio autónomo. Esto se debe a que la contratación de un servicio freelance genera costos que deben ser justificados, y una factura permite cubrir esta situación.
Así mismo estos funcionan como garantía y soporte digital, por lo que la desaparición de una factura, olvidarla o enfrentar problemas por reclamos en ejecución de un servicio será cosa del pasado.