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Usos De Rectificativas Y Anuladas Que Pueden Acabar En Inspección De Hacienda

Usos de rectificativas y anuladas que pueden acabar en Inspección de Hacienda

Los autónomos pueden cometer errores en la contabilidad. Existen ciertos mecanismos para poder corregirlos, pero no se puede aprovechar este hecho para otras técnicas que Hacienda puede entender como ilógicas.

 

Factura rectificativa y factura anulada

 

Las facturas rectificativas son una técnica completamente legal y es conveniente tenerlo en cuenta. Se puede proceder a una anulación completa de una factura emitida con anterioridad también. Este último aspecto, no es igual al de una rectificativa. Un uso inexacto o comprometido de la anulación o de la rectificación podría hacer que Hacienda sospeche más de nosotros.

 

Para suprimir este tipo de problemas, es importante conocer qué es una factura rectificativa y qué es una factura anulada. Los casos en los que es normal usar esta técnica también son relevantes, así como los recovecos que muchas personas emplean en esta maniobra legal para realizar actos inadecuados. En este punto es donde podemos despertar a la Administración, por lo que hay que tener cuidado y realizar las modificaciones de manera correcta.

 

Las facturas rectificativas son las que se emiten en el momento en que faltan datos en la factura que se ha emitido. En estos casos, pueden ser los fiscales o bien, los identificativos del cliente. También puede ser que el IVA se haya calculado de manera incorrecta o bien, que haya habido error en el importe de la factura que se ha emitido. Lo mismo pasa con las situaciones en las que se desee recuperar el IVA de las facturas impagadas. En esta situación encontramos la primera circunstancia que hay que tener en cuenta para no equivocarnos con Hacienda.

 

Existen casos concretos donde está permitido recuperar el IVA con una rectificativa: en caso de que el cliente se declare en concurso de acreedores o bien, si ha pasado un año desde el devengo del IVA y se ha reclamado la deuda vía judicial o bien, mediante requerimiento notarial.

 

El autónomo no debe confundir entre factura rectificativa y anulada. Podría suceder que cuando se emita la factura, el profesional autónomo tenga un error al incluir el cliente. En este tipo de sucesos debe anular la factura y consistiría en emitir una factura rectificativa que afecte al total de la operación.

En estos casos, todas las cifras atribuidas a una entidad deben corregirse, porque no son ciertas. Una factura anulada consiste en definitiva en una rectificativa que consigna de manera negativa la totalidad de las cantidades expuestas anteriormente en una factura original. A continuación, se deberá emitir una factura normal al cliente que sí que se correspondiese.

Los especialistas recordamos que lo que no debe hacerse es emplear esta técnica para retrasar el pago del IVA. Por ejemplo, en caso de que se haya emitido cerca del período de liquidación y no se cobra a corto plazo. Tampoco si nos informan de que se retrasará un pago. En estos casos, Hacienda podrá comprobar el truco con facilidad, puesto que en el futuro se emitirá de nuevo una misma factura con idénticos importes y destinatario que la rectificativa. En este justo momento es cuando la Administración dará la voz de alarma.

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